Iluminación en la Oficina – Ergonomía en el Entorno Laboral IV

La luz debería ser un elemento principal a resolver en cualquier proyecto de diseño de oficinas; un estudio de 2013 de la Universidad de Cornell en EEUU estimó que una correcta iluminación podría incrementar la productividad en un 5%.   Pero poniéndonos manos a la obra en este asunto, el capítulo de Ergonomía en el Entorno Laboral que traemos, nos orienta a mejorar nuestras condiciones en la mesa de trabajo.  Si sabemos que nuestra oficina no dispone de luminarias homologadas, si sabemos que no se ha tenido en cuenta la orientación de la luz natural (sol) o simplemente sea una instalación antigua, probablemente estemos sufriendo síntomas como: fatiga visual, agotamiento, estrés y jaquecas.

¿Cómo evitar entonces que el uso y la orientación inadecuada de la luz nos afecte al rendimiento?, pues muy sencillo: os daremos algunas pistas a continuación para que podáis informaros y orientaros;  pero como primer paso, los clientes deberían ser consultados sobre las actividades que se llevarán a cabo en la oficina, pues esto determina la elección o diseño de la luminaria adecuada.

Una vez definida la actividad hay que tener en cuenta factores como:
Si el puesto de trabajo va a ser estático o itinerante, si es itinerante, el tiempo que se va a tardar en realizar dicho trabajo o si es una sala de reuniones eventual, la dificultad visual de la tarea y la edad promedio de los trabajadores. Toda esta información, que parece no tener sentido, debería orientar al diseñador en elegir los lumens necesarios para la iluminación artificial y la disposición de los puestos según la orientación de la luz natural; demasiada luz, gastará energía física y emocional, pero muy poca luz causará una reducción del desempeño y mala actitud hacia el trabajo por parte de los colaboradores.

Procurar el uso de luz natural, de la que entra por las ventanas y las puertas, teniendo en cuenta que esta no incida directamente sobre superficies, pues podría deslumbrar, para ello es necesario colocar luces regulables, filtros lumínicos como: cortinas screen o persianas, interruptores para controlar la iluminación y así reducir oscuridad y resplandor.

Las mejores lámparas que podemos utilizar, son del tipo fluorescente, pues emiten menos calor que las tradicionales, que son incandescentes y generan demasiado calor. El tipo de luminaria blanca es el más adecuado y ergonómico para una oficina, pues esta luz estimula la concentración y la productividad, en detrimento de las amarillas que crean ambientes cálidos y relajan a los trabajadores.

Si el diseño del espacio nos condiciona a colocar luminarias en el techo, estas deberían ir a los costados de la mesa de trabajo y en lo posible dirigida de forma oblicua; la vista dirigida hacia la pantalla del PC debe ser paralela a los focos.

La iluminación adecuada para las salas de reuniones debería ser indirecta, sobre todo cuando la sala dispone de proyectores, que requerirán apagar la iluminación en momentos puntuales y en muchos casos, incluso, debería ser personalizable el volumen de luz utilizado. Este tipo de luminiscencia crea un ambiente agradable y natural necesario para el desarrollo de los acontecimientos que sucederán en dicha sala.

Como siempre os recomendamos seguir esta serie de capítulos de Ergonomía en el Entorno Laboral que os orientarán de manera significativa para conseguir el tipo de oficina que siempre habéis deseado.  También os recordamos, que en Wholecontract disponemos las soluciones necesarias para llevar a cabo este tipo de proyectos comprometidos con la ergonomía de los elementos que formarán parte del día a día de vuestros trabajadores.